La orden de dejar el tocón y las raíces del árbol significa que el reino te será devuelto en cuanto reconozcas que el único que tiene poder es el Dios del cielo.
Al final se presentó ante mí Daniel, apodado Baltasar en referencia al nombre de mi dios y partícipe del espíritu de los dioses santos. Y yo le relaté mi sueño:
El año primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel tuvo un sueño y visiones mientras dormía. Al despertar, puso por escrito el sueño que había tenido:
Me dijo: —La cuarta bestia representa a un cuarto reino que aparecerá sobre la tierra, diferente de todos los demás. Devorará la tierra entera, la pisoteará y la hará añicos.
Oí entonces hablar a uno de los santos, mientras otro le preguntaba: —¿Cuánto durará todavía esta visión del sacrificio permanente [suprimido], la profanación devastadora, el santuario entregado y el ejército [del cielo] pisoteado?
Y vosotros escaparéis por ese valle entre montañas, valle que llegará hasta Asal; escaparéis como cuando tembló la tierra en tiempos de Ozías, rey de Judá. Y el Señor, mi Dios, vendrá acompañado de todos los santos.
El Señor viene del Sinaí: brilla para ellos desde Seír; resplandece desde el monte Parán, y llega a Meribá, en Cadés, trayendo en su diestra el fuego de la ley.
Pero entonces, disponeos a beber el vino de la ira de Dios que ha sido vertido sin mezcla alguna en la copa de su furor, disponeos a ser torturados con fuego y azufre en presencia de los santos ángeles y del Cordero.