el que llama a Ciro: «pastor mío»: él llevará a cabo mis propósitos, ordenará la reconstrucción de Jerusalén y la instalación de los cimientos del Templo.
Entonces me preguntó: —¿Sabes por qué he venido hasta ti? Pronto volveré a luchar contra el príncipe de Persia; cuando me vaya, llegará el príncipe de Grecia.
Él ha puesto en tus manos a los seres humanos, las bestias del campo y las aves del cielo, allí donde habiten, y te ha dado dominio sobre todo ello. Eso quiere decir que tú eres la cabeza de oro.
Después aparecerá un cuarto reino, duro como el hierro que todo lo tritura y pulveriza; del mismo modo que el hierro, él triturará y pulverizará a todos los demás.
Me dijo: —La cuarta bestia representa a un cuarto reino que aparecerá sobre la tierra, diferente de todos los demás. Devorará la tierra entera, la pisoteará y la hará añicos.
El carro de caballos negros sale hacia el norte, el de caballos blancos parte siguiendo sus pasos, y el de caballos tordos avanza hacia el país del sur.