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Referencias Cruzadas

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Daniel 12:6

La Palabra (versión española)

Uno de ellos dijo al hombre vestido de lino, que estaba sobre el agua del río: —¿Cuánto tiempo pasará hasta que se cumplan estas cosas tan sorprendentes?

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16 Referencias Cruzadas  

No tenemos bandera, no queda un profeta y nadie entre nosotros sabe cuánto durará.

Vi entonces a seis hombres que venían por el camino de la puerta de arriba, la que da al norte. Cada cual empuñaba su mazo destructor. En medio de ellos vi a un hombre con ropa de lino, que llevaba una cartera de escribano a la cintura. Entraron y se pusieron junto al altar de bronce.

Yo, Daniel, me fijé y vi en pie ante mí a otros dos, uno a cada orilla del río.

Lo oí, pero no pude entenderlo. Así que pregunté: —Señor, ¿cuál será el resultado de todo esto?

Oí entonces hablar a uno de los santos, mientras otro le preguntaba: —¿Cuánto durará todavía esta visión del sacrificio permanente [suprimido], la profanación devastadora, el santuario entregado y el ejército [del cielo] pisoteado?

Oí también una voz humana proveniente del río Ulay, que gritaba: —Gabriel, interpreta la visión a este tal Daniel.

Estaba Jesús sentado en la ladera del monte de los Olivos cuando se le acercaron aparte los discípulos para preguntarle: —Dinos, ¿cuándo sucederá todo esto? ¿Cómo sabremos que tu venida está cerca y que el fin del mundo se aproxima?

—Dinos cuándo sucederá todo eso y cómo sabremos que esas cosas están a punto de realizarse.

Así, por medio de la Iglesia, los principados y potestades de los cielos tienen ahora conocimiento de la multiforme sabiduría divina,

Y se les reveló que lo que ahora os anuncian quienes os proclaman el evangelio por el Espíritu Santo enviado desde el cielo, lo llevan a cabo no en su provecho, sino en el vuestro. Anuncio este que los mismos ángeles están deseando contemplar.

Y los siete ángeles que llevaban las siete calamidades salieron del Templo vestidos con sus resplandecientes túnicas de lino puro, y con su pecho ceñido de bandas doradas.

Cubiertos de finísimo lino resplandeciente de blancura, los ejércitos del cielo galopan tras sus huellas sobre blancos caballos.

Y gritaron con voz poderosa: —Señor santo y veraz, ¿cuánto vas a tardar en hacernos justicia y vengar la muerte que nos dieron los que habitan la tierra?




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