Daniel 12:3

La Palabra (versión española)

Los sabios brillarán como el resplandor del cielo, y los que convirtieron a otros a la justicia lucirán como las estrellas para siempre.

Referencias Cruzadas

Éxodo 34:35

Los israelitas contemplaban cómo el rostro de Moisés irradiaba luminosidad; luego Moisés volvía a ponerse el velo en el rostro y se lo dejaba puesto hasta que entraba de nuevo a hablar con el Señor.

Proverbios 11:30

El fruto del justo es árbol de vida, quien gana adeptos es sabio.

Proverbios 3:35

Los sabios heredan honores, los necios cargan con la deshonra.

Proverbios 4:18

La senda de los justos es como amanecer que va clareando hasta pleno día;

Eclesiastés 12:9

Cohélet, además de ser un sabio, también instruyó al pueblo; investigó, estudió y compuso muchos proverbios.

Isaías 53:11

Después del sufrimiento verá la luz, el justo se saciará de su conocimiento. Mi siervo hará justos a muchos, pues cargó con los pecados de ellos.

Jeremías 23:22

Si hubieran participado en mi consejo, transmitirían mis palabras a mi pueblo para que se convirtiera de su mal camino y abandonase sus malvadas acciones.

Daniel 11:33

La gente sabia del pueblo instruirá a muchos, aunque durante algún tiempo caerán víctimas de la espada, serán quemados o soportarán cautiverios y saqueos.

Daniel 11:35

Algunos sabios caerán, pero eso les valdrá para ser probados, purificados y quedar sin mancha hasta que llegue el momento final, pues hay todavía un intervalo hasta el tiempo fijado.

Daniel 12:10

Muchos serán purificados, probados y quedarán sin mancha, pero los malvados seguirán haciendo el mal. Ningún malvado lo entenderá, pero los sabios lo entenderán.

Mateo 13:43

Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. Quien pueda entender esto, que lo entienda.

Mateo 19:28

Jesús le respondió: —Os aseguro que el día de la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Mateo 24:45

Portaos como el criado fiel e inteligente a quien su amo pone al frente de la servidumbre para que les tenga la comida dispuesta a su hora.

Juan 4:36

El que trabaja en la recolección recibe su salario y recoge el fruto con destino a la vida eterna; de esta suerte, se alegran juntos el que siembra y el que hace la recolección.

Juan 5:35

Juan el Bautista era como una lámpara encendida que alumbraba; y vosotros estuvisteis dispuestos a alegraros por breve tiempo con su luz.

Hechos 13:1

Había en la iglesia de Antioquía varios profetas y maestros; a saber, Bernabé, Simeón, apodado el Negro; Lucio de Cirene, Manaén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo.

1 Corintios 3:10

Yo, respondiendo al don que Dios me ha concedido, he puesto los cimientos como buen arquitecto; otro es el que levanta el edificio. Mire, sin embargo, cada uno cómo lo hace.

Efesios 4:11

Él es quien a unos ha hecho apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.

Hebreos 5:12

Después de tanto tiempo, deberíais ser ya maestros consumados. Pero no, aún tenéis necesidad de que se os enseñe cuáles son los rudimentos del mensaje divino. Vuestra situación es tal, que en lugar de alimento sólido, necesitáis leche todavía.

2 Pedro 3:15

Considerad que la paciencia de nuestro Señor es para nosotros salvación. En este sentido os ha escrito también nuestro querido hermano Pablo, con la sabiduría que Dios le ha concedido.

Apocalipsis 1:20

En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro, las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias y los siete candeleros son las siete iglesias.

Jueces 5:31

Perezcan así, Señor, todos tus enemigos, y sean tus amigos como el sol cuando sale con toda su fuerza. Y el país gozó de paz durante cuarenta años.