Entonces Daniel dijo al responsable a quien el jefe del personal había confiado a Daniel, Ananías, Misael y Azarías:
que dijo a Daniel: —Tengo miedo del rey, mi señor, pues os ha asignado lo que tenéis que comer y beber. Si os encuentra más demacrados que el resto de los jóvenes de vuestra edad, haréis que me juegue la cabeza ante el rey.
—Mira, vas a poner a prueba a estos siervos tuyos durante diez días. Que nos den legumbres para comer y agua para beber.
A partir de entonces, el responsable les retiraba las raciones de comida y el vino, y les daba legumbres.
Cuando volvió a casa, Daniel informó del asunto a sus compañeros Ananías, Misael y Azarías,