Condúceme detrás de ti y corramos: ¡llévame, rey, a tu alcoba! Disfrutemos y gocemos los dos juntos, saboreando más que el vino tus amores. ¡Con razón ellas te aman!
Ven, novia, desde el Líbano, vente del Líbano, vuelve; baja de la cumbre de Amaná, de las cimas del Senir y del Hermón de las guaridas y montes de leones y leopardos.