Condúceme detrás de ti y corramos: ¡llévame, rey, a tu alcoba! Disfrutemos y gocemos los dos juntos, saboreando más que el vino tus amores. ¡Con razón ellas te aman!
Esperanza de Israel, salvador en la desgracia, ¿por qué te estás portando como un forastero en el país, lo mismo que un transeúnte que solo se queda a pernoctar?