Cantares 5:6

La Palabra (versión española)

Yo misma abrí a mi amor y mi amor se había marchado. ¡El alma se me fue con sus palabras! Lo busqué y no lo hallé, lo llamé y no respondió.

Referencias Cruzadas

Génesis 42:28

Entonces dijo a sus hermanos: —¡Me han devuelto el dinero! Mirad, ¡aquí está en mi costal! Se les encogió el corazón del susto y se decían unos a otros temblando: —¿Qué es esto que Dios nos ha hecho?

2 Samuel 16:10

Pero el rey le contestó: —¡Esto no es asunto vuestro, hijos de Seruyá! Si me maldice porque Dios le ha ordenado que maldiga a David, ¿quién va a pedirle cuentas?

Salmos 28:1

Señor, a ti te llamo; no me ignores, fortaleza mía, que si tú no me hablas seré como los muertos.

Salmos 30:7

Señor, tu ayuda me exaltó cual monte poderoso, pero ocultaste tu rostro y sentí miedo.

Salmos 69:3

Estoy cansado de gritar, tengo seca la garganta y se consumen mis ojos mientras espero a mi Dios.

Salmos 77:3

Recuerdo a Dios y me estremezco, reflexiono y quedo abatido. [Pausa]

Salmos 80:4

Oh Señor, Dios del universo, ¿hasta cuándo te enfurecerá la oración de tu pueblo?

Proverbios 1:28

Entonces me llamarán y no responderé, me buscarán y no me encontrarán.

Cantares 5:2

Yo dormía con el corazón en vela y escuché la voz de mi amor: —Ábreme, hermana y compañera mía, mi paloma sin defecto, que traigo la cabeza cubierta de rocío y los rizos mojados del relente nocturno.

Cantares 5:4

Mi amor metió su mano en la rendija y se me estremecieron las entrañas.

Cantares 6:1

¿Adónde se ha ido tu amor, hermosa entre las mujeres? ¿Adónde ha vuelto tu amor, para buscarlo contigo?

Isaías 12:1

Aquel día dirás: Te doy gracias, Señor. Estabas airado, pero desviaste tu ira y me consolaste.

Isaías 50:2

¿Por qué cuando vengo no hay nadie, llamo y ninguno responde? ¿Es pequeña mi mano para redimir, o no tengo fuerza para salvaros? Solo con un grito seco el mar, convierto los ríos en desierto, y muertos de sed por falta de agua, se pudren todos sus peces.

Isaías 57:16

No estaré siempre con pleitos, no me irritaré de continuo, pues ante mí sucumbiría el espíritu, el hálito de vida que he creado.

Isaías 58:2

Día a día consultan mi oráculo, desean conocer mis intenciones, como gente que practica la justicia, que no abandona el mandato de su Dios. Me piden que haga justicia, desean la cercanía de Dios:

Isaías 8:17

Seguiré esperando en el Señor; aunque oculte su rostro a la casa de Jacob, en él seguiré esperando.

Lamentaciones 3:8

Aunque grité y pedí auxilio, no hizo caso de mi súplica.

Oseas 5:15

Me iré, volveré a mi morada, hasta que ellos me busquen, reconociendo su culpa. En su angustia me buscarán.

Oseas 5:6

Vienen en busca del Señor con sus ovejas y sus vacas, pero no lo encontrarán. ¡Se ha apartado de ellos!

Zacarías 7:13

Y así como el Señor llamó y ellos no escucharon, así yo —dice el Señor del universo— tampoco los escuché cuando me invocaron,

Mateo 26:75

Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: «Antes de que cante el gallo me habrás negado tres veces». Y saliendo de allí, se echó a llorar amargamente.

Marcos 14:72

Al instante cantó un gallo por segunda vez y Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: «Antes que cante el gallo dos veces, me habrás negado tres veces». Y se echó a llorar.

Apocalipsis 3:19

Yo reprendo y castigo a los que amo. Esfuérzate, pues, y cambia de conducta.

1 Samuel 28:6

Entonces consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por los sueños, ni por las suertes ni por los profetas.