y repartió a toda la gente de la multitud israelita, tanto a hombres como a mujeres, una hogaza de pan, un pastel de dátiles y otro de pasas a cada uno. Finalmente, todo el mundo volvió a su casa.
El Señor me dijo: —Vete de nuevo y ama a una mujer amada por otro y adúltera, porque así también el Señor ama a los israelitas, aunque ellos se vuelven a otros dioses y saborean los pasteles de pasas.