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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 6:8

La Palabra (versión española)

Al mirar, vi un caballo amarillo montado por un jinete que se llamaba «Muerte». Detrás de él galopaba el «Abismo», ambos con poder para aniquilar la cuarta parte de la tierra valiéndose de la espada, el hambre, la peste y los animales salvajes.

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26 Referencias Cruzadas  

Sus pies se precipitan en la muerte, sus pasos van derechos al abismo.

Destruirá para siempre a la muerte, el Señor Dios enjugará el llanto que cubre los rostros, barrerá la afrenta de su pueblo en toda la superficie del país. Lo ha dicho el Señor.

Aunque ayunen, no pienso escuchar sus gritos; y, aunque ofrezcan holocaustos y sacrificios, no voy a complacerme en ellos. Los pienso aniquilar mediante la espada, el hambre y la peste.

Voy a enviar a muchos pescadores —oráculo del Señor— a que los pesquen, y después enviaré a muchos cazadores a que los cacen por montes y colinas, y por las hendiduras de las rocas.

Morirán de muerte terrible; no serán llorados ni enterrados; servirán de estiércol para el campo. Serán aniquilados por la espada y el hambre, y sus cadáveres servirán de alimento a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.

Enviaré contra ellos la espada, el hambre y la peste, hasta hacerlos desaparecer de la tierra que les di a ellos y a sus antepasados.

Así dice el Señor del universo: Voy a enviar contra ellos la espada, el hambre y la peste; los trataré como a los higos podridos que no se pueden comer de puro malos.

Cuando llegue, destruirá el país de Egipto: los destinados a la muerte, morirán; los destinados al destierro, irán desterrados; los destinados a la espada, morirán a espada.

Voy a arrojarte al desierto junto con los peces de tu Nilo; quedarás tendido en el campo, sin nadie que te recoja y te entierre. He decidido entregarte en alimento a las bestias del campo, a las aves del cielo.

Una tercera parte de los tuyos morirá de peste y se consumirá de hambre en medio de ti; otra tercera parte caerá víctima de la espada a tu alrededor; y a la otra tercera parte la lanzaré a todos los vientos y la perseguiré con la espada desenvainada.

¿Tendré que librarlos del reino de los muertos, rescatarlos del sepulcro? ¿Dónde está, muerte, tu poder destructor? ¿Dónde tus calamidades, reino de los muertos? Ya no volveré a tener compasión.

Aunque sea traicionero como el vino, nada conseguirá el jactancioso: abre sus fauces como el reino de los muertos, es insaciable como la muerte, se apodera de todas las naciones, y pretende acaparar todos los pueblos.

el tercero por caballos blancos, y el cuarto por caballos tordos.

Y tú, Cafarnaún, ¿crees que vas a ser encumbrada hasta el cielo? ¡Hasta el abismoserás precipitada! Porque Sodoma no habría sido destruida si en ella se hubieran realizado los milagros que se han realizado en ti.

Se levantarán unas naciones contra otras, y unos reinos contra otros, y por todas partes habrá hambres y terremotos.

¿Dónde está, muerte, tu victoria?, ¿dónde tu venenoso aguijón?

Yo soy el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre y tengo en mi poder las llaves de la muerte y del abismo.

Con su cola arrastró un tercio de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se puso al acecho frente a la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a devorar al hijo en cuanto naciera.

Y desató a los cuatro ángeles que estaban preparados para aniquilar en esa hora, día, mes y año a la tercera parte de la humanidad.

tres calamidades —fuego, humo y azufre— que salían de la boca de los caballos y que aniquilaron a la tercera parte de la humanidad.




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