Apocalipsis 5:8

La Palabra (versión española)

Apenas recibió el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero; todos tenían cítaras y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los santos.

Referencias Cruzadas

Salmos 141:2

Que mi oración sea ante ti como incienso, mis manos alzadas como ofrenda de la tarde.

Salmos 150:3

Alabadlo al son de trompetas, alabadlo con cítara y arpa;

Salmos 33:2

Ensalzad al Señor con la cítara, con un arpa de diez cuerdas alabadlo;

Salmos 43:4

Y llegaré al altar de Dios, al Dios de mi intenso gozo, y te alabaré con la cítara, oh Dios, Dios mío.

Salmos 81:2

Entonad un canto, tocad el pandero, la melodiosa cítara y el arpa;

Números 7:62

ofreció también una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso;

Juan 1:29

Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: —Ahí tenéis al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Juan 5:23

Y quiere que todos den al Hijo el mismo honor que dan al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo ha enviado.

Hebreos 1:6

Asimismo, al introducir a su Hijo primogénito en el mundo dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios.

Apocalipsis 13:8

Y todos los habitantes de la tierra, salvo los inscritos en el libro de la vida que tiene el Cordero degollado desde el principio del mundo, rendirán vasallaje a la bestia.

Apocalipsis 15:2

Vi también una especie de mar, mezcla de fuego y cristal, en cuya orilla, de pie, estaban los vencedores de la bestia, de su imagen y de su nombre cifrado. Acompañándose de arpas celestiales,

Apocalipsis 15:7

Vi cómo uno de los cuatro seres vivientes entregaba a los siete ángeles siete copas de oro llenas a rebosar del furor del Dios que vive para siempre.

Apocalipsis 19:4

Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes cayeron, entonces, rostro en tierra y, adorando a Dios, que está sentado en el trono, decían: —¡Amén! ¡Aleluya!

Apocalipsis 4:10

los veinticuatro ancianos caen de rodillas ante el que está sentado en el trono, adoran al que vive por siempre y arrojan sus coronas a los pies del trono, diciendo:

Apocalipsis 4:4

Rodeando también el trono había otros veinticuatro tronos y, sentados en ellos, veinticuatro ancianos vestidos de blanco y ceñidas sus cabezas con coronas de oro.

Apocalipsis 4:6

y un mar transparente, como de cristal, se extendía también delante del trono. En medio del trono y a su alrededor había cuatro seres vivientes, todo ojos por delante y por detrás.

Apocalipsis 4:8

Cada uno de los cuatro seres vivientes tenía seis alas y eran todo ojos por fuera y por dentro. Día y noche proclaman sin descanso: —Santo, santo, santo, Señor Dios, dueño de todo, el que era, el que es, el que está a punto de llegar.

Apocalipsis 5:11

Y escuché en la visión la voz de innumerables ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. Eran miríadas de miríadas, miles de miles,

Apocalipsis 5:12

y proclamaban en un inmenso coro: —Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.

Apocalipsis 5:14

Los cuatro seres vivientes respondieron: «Amén»; y los ancianos se postraron en profunda adoración.

Apocalipsis 5:6

Vi entonces, en medio, un Cordero que estaba entre el trono, los cuatro seres vivientes y los ancianos. Estaba en pie y mostraba señales de haber sido degollado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.

Apocalipsis 6:1

Vi entonces cómo el Cordero rompió el primero de los siete sellos, al tiempo que uno de los cuatro seres vivientes decía con voz de trueno: