Apocalipsis 5:1

La Palabra (versión española)

En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un libro escrito por dentro y por fuera y sellado con siete sellos.

Referencias Cruzadas

Isaías 29:11

La visión de todo esto se os volverá como las palabras de un libro sellado, que se lo dan a uno que sabe leer, diciéndole: «Léenos esto», y responde: «No puedo, porque está sellado».

Isaías 34:16

Comprobadlo en el Libro del Señor, no falta ninguno de ellos, porque su boca lo ha ordenado y su aliento los ha reunido.

Isaías 8:16

Guardo esta advertencia, pongo sello a esta instrucción para mis discípulos.

Daniel 8:26

La visión de las tardes y las mañanas, tal como ha sido revelada, es digna de crédito, pero mantenla en secreto, pues se cumplirá pasado mucho tiempo.

Zacarías 5:1

Alcé de nuevo la vista y, al mirar, vi un libro que volaba.

Apocalipsis 10:2

Tenía abierto en su mano un pequeño libro. Puso su pie derecho sobre el mar y su pie izquierdo sobre la tierra firme,

Apocalipsis 4:3

El que estaba sentado resplandecía como el jaspe y el sardonio, mientras un halo de color esmeralda rodeaba el trono alrededor.

Apocalipsis 4:9

Y cada vez que los cuatro seres vivientes tributan gloria y honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por siempre,

Apocalipsis 5:13

Y oí también que las criaturas todas del cielo y de la tierra, las que estaban debajo de la tierra y en el mar decían: —Alabanza, honor, gloria y poder por los siglos sin fin al que está sentado en el trono y al Cordero.

Apocalipsis 5:7

Se acercó el Cordero y recibió el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.

Apocalipsis 6:1

Vi entonces cómo el Cordero rompió el primero de los siete sellos, al tiempo que uno de los cuatro seres vivientes decía con voz de trueno:

Apocalipsis 6:16

diciendo a cumbres y peñascos: —Caed sobre nosotros; ocultadnos para que no nos vea el que está sentado en el trono, para que no dé con nosotros la ira del Cordero.

Apocalipsis 8:1

Cuando, finalmente, el Cordero rompió el séptimo sello, se hizo en el cielo un silencio como de media hora.