Apocalipsis 2:22

La Palabra (versión española)

Pues bien, voy a encadenarla a un lecho de profunda angustia, junto con sus cómplices de adulterio, a menos que se aparten de su perverso proceder.

Referencias Cruzadas

Jeremías 36:3

Quizá escuche Judá todas las desgracias que he pensado enviarles, de modo que cada cual abandone su mala conducta y yo les perdone sus culpas y pecados.

Ezequiel 23:29

Te tratarán con odio, te desposeerán de tus bienes y te dejarán desnuda del todo; dejarán al descubierto tu desnudez de prostituta. Tu inmoralidad y tus prostituciones

Ezequiel 33:11

Tú les dirás: Juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no me complace la muerte del malvado; solo quiero que cambie de conducta y viva. Convertíos, convertíos de vuestra malvada conducta. ¿Por qué tenéis que morir, pueblo de Israel?

Sofonías 3:7

Yo me decía: «Me respetarás, admitirás la corrección y no volveré a destruir tu morada cuando venga a tomar cuentas». Pero ellos se han apresurado a obrar perversamente.

Lucas 13:3

Pues yo os digo que no. Y añadiré que, si no os convertís, todos vosotros pereceréis igualmente.

Lucas 13:5

Pues yo os digo que no. Y añadiré que, si no os convertís, todos vosotros pereceréis de forma semejante.

2 Corintios 12:21

Tengo miedo de que, cuando os visite de nuevo, me humille Dios por causa vuestra y tenga yo que hacer duelo por tantos como han pecado y no se han arrepentido de la impureza, la lujuria y el desenfreno en que vivían.

Apocalipsis 17:2

y con la que adulteraron los poderosos de la tierra, mientras sus habitantes se emborrachaban con el vino de su lujuria.

Apocalipsis 18:3

Porque ella emborrachó con el vino de su desenfrenada lujuria a gentes de toda procedencia; adulteró con los reyes de la tierra, y a costa de su lujo desmedido se enriquecieron los traficantes del mundo.

Apocalipsis 18:9

Los poderosos de la tierra, los que con ella compartieron lujuria y placeres, prorrumpirán en llantos y gemidos cuando contemplen su humeante hoguera.

Apocalipsis 2:5

Reflexiona, pues, sobre la altura de la que has caído, conviértete y vuelve a portarte como al principio. De lo contrario, si no te conviertes, vendré a ti y arrancaré tu candelero del lugar que ocupa.