Apocalipsis 19:6

La Palabra (versión española)

Oí luego algo parecido a la voz de una muchedumbre inmensa, al rumor de aguas caudalosas, al retumbar de truenos fragorosos. Proclamaban: —¡Aleluya! El Señor Dios nuestro, dueño de todo, ha establecido su reinado.

Referencias Cruzadas

Job 40:9

¿Tienes un brazo poderoso como Dios y es potente tu voz como la suya?

Salmos 47:2

porque el Señor Altísimo es admirable, es el gran rey de la tierra entera.

Salmos 47:7

Dios es rey de la tierra entera, ¡cantadle vosotros un himno!

Salmos 77:18

Tu voz tronaba en el torbellino, los rayos iluminaron el mundo, se estremeció y tembló la tierra.

Salmos 93:1

El Señor es rey, está vestido de majestad; el Señor está vestido y ceñido de poder; la tierra está segura, no se derrumbará.

Salmos 97:1

El Señor es rey, que se goce la tierra, que se alegren los países lejanos.

Salmos 97:12

¡Alegraos, justos, en el Señor, alabad su santo nombre!

Salmos 99:1

El Señor es rey, que los pueblos se estremezcan; sobre querubines tiene su trono, que tiemble la tierra.

Isaías 52:7

¡Qué grato es oír por los montes los pies del que trae buenas nuevas, que proclama la paz y el bienestar, que lanza el pregón de la victoria, que dice a Sion: «Tu Dios es rey»!

Jeremías 51:48

Cielo, tierra y cuanto hay en ellos prorrumpirán en gritos de alegría cuando sepan lo que le espera a Babilonia, pues los devastadores llegan del norte contra ella —oráculo del Señor.

Ezequiel 1:24

Entonces oí el ruido que hacían sus alas: parecía el estruendo de aguas caudalosas, como si fuera la voz del Todopoderoso; sobre todo al caminar, el ruido era atronador, parecido al estruendo que se oye en una batalla. Cuando se paraban, plegaban sus alas.

Ezequiel 43:2

En aquel momento la gloria del Dios de Israel llegaba por el este: oí un ruido, como el estruendo de aguas caudalosas, y su gloria llenó de resplandor la tierra.

Mateo 6:13

No nos dejes caer en tentación, y líbranos del maligno.

Apocalipsis 1:15

sus pies, semejantes al bronce que se está fundiendo en el horno; y su voz, como fragor de aguas caudalosas.

Apocalipsis 1:8

«Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es, el que era y el que está a punto de llegar, el dueño de todo».

Apocalipsis 12:10

Y oí en el cielo una voz poderosa que decía: —Ya está aquí la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios; ya está aquí la soberanía de su Cristo. Ha sido reducido a la impotencia el que día y noche acusaba a nuestros hermanos delante de nuestro Dios.

Apocalipsis 14:2

Y escuché un sonido como de aguas caudalosas y de truenos fragorosos que venía del cielo; era, sin embargo, el sonido de arpistas tañendo sus cítaras.

Apocalipsis 19:1

Después de esto, oí algo como la voz sonora de una gran muchedumbre que cantaba en el cielo: —¡Aleluya! Nuestro Dios es un Dios salvador, fuerte y glorioso,

Apocalipsis 19:4

Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes cayeron, entonces, rostro en tierra y, adorando a Dios, que está sentado en el trono, decían: —¡Amén! ¡Aleluya!

Apocalipsis 21:22

Pero no vi templo alguno en la ciudad, porque el Señor Dios, dueño de todo, y el Cordero son su Templo.

Apocalipsis 4:5

Relámpagos y truenos fragorosos salían del trono ante el que ardían siete lámparas, que eran los siete espíritus de Dios;

Apocalipsis 6:1

Vi entonces cómo el Cordero rompió el primero de los siete sellos, al tiempo que uno de los cuatro seres vivientes decía con voz de trueno:

Apocalipsis 8:5

Entonces, el ángel tomó el incensario, lo llenó con las brasas del altar y lo arrojó sobre la tierra. Y retumbaron los truenos, los relámpagos cruzaron el cielo y se produjo un terremoto.