Apocalipsis 15:8

La Palabra (versión española)

El Templo se llenó del humo de la gloria y del poder de Dios, sin que nadie pudiera entrar allí mientras no se consumaran las siete calamidades que llevaban los siete ángeles.

Referencias Cruzadas

Salmos 29:9

La voz del Señor estremece a las ciervas y arranca los árboles del bosque. En su Templo todo dice ¡gloria!

Éxodo 19:18

Todo el monte Sinaí estaba envuelto en humo porque el Señor descendió sobre él en medio del fuego. El monte se estremecía violentamente y subía de él una humareda como la humareda de un horno.

Isaías 6:4

Los quicios de las puertas temblaron ante el estruendo de su voz, y el Templo se llenó de humo.

Jeremías 15:1

Me dijo el Señor: —Aunque se presentaran ante mí Moisés y Samuel, no me sentiría bien dispuesto hacia este pueblo. Échalos de mi presencia y que salgan.

Lamentaciones 3:44

Te ocultaste en una nube para no escuchar las súplicas.

Levítico 16:2

y esto fue lo que le dijo: —Di a tu hermano Aarón que no debe entrar al santuario en cualquier fecha penetrando detrás del velo, ante la cubierta de oro que está sobre el Arca, no sea que muera; pues yo me manifiesto en una nube sobre la cubierta de oro.

Romanos 11:33

¡Qué profundas la riqueza, la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!

2 Tesalonicenses 1:9

Su castigo será la ruina eterna, la separación definitiva del Señor y de su glorioso poder,

Apocalipsis 15:1

Vi luego en el cielo otra señal formidable y maravillosa: siete ángeles llevaban las siete últimas calamidades con las que había de consumarse la ira de Dios.

Apocalipsis 21:11

resplandeciente de gloria divina. Su brillo era como el de una piedra preciosa deslumbrante, como el del jaspe cristalino.