Y tú, Cafarnaún, ¿crees que vas a ser encumbrada hasta el cielo? ¡Hasta el abismoserás precipitada! Porque Sodoma no habría sido destruida si en ella se hubieran realizado los milagros que se han realizado en ti.
Yo te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
Porque es cierto que se dejó crucificar manifestando así su debilidad, pero ahora vive en virtud de la fuerza de Dios. Igualmente nosotros, que compartimos su debilidad, compartiremos también su poderosa vitalidad divina si hemos de enfrentarnos con vosotros.
El Hijo, que siendo reflejo resplandeciente de la gloria del Padre e imagen perfecta de su ser, sostiene todas las cosas mediante su palabra poderosa y que, después de habernos purificado del pecado, se sentó junto al trono de Dios en las alturas
Hagámoslo con los ojos puestos en Jesús, origen y plenitud de nuestra fe. Jesús, que, renunciando a una vida placentera, afrontó sin acobardarse la ignominia de la cruz y ahora está sentado junto al trono de Dios.
y pronunció este juramento: —Por el que vive por siempre y para siempre; por el que creó el cielo, la tierra, el mar y cuanto en ellos se contiene, juro que el plazo se ha cumplido
Escribe al ángel de la iglesia de Filadelfia: Esto dice el Santo, el Veraz, el que tiene la llave de David, el que, cuando abre, nadie puede cerrar y, cuando cierra, nadie puede abrir:
Al mirar, vi un caballo amarillo montado por un jinete que se llamaba «Muerte». Detrás de él galopaba el «Abismo», ambos con poder para aniquilar la cuarta parte de la tierra valiéndose de la espada, el hambre, la peste y los animales salvajes.