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Referencias Cruzadas

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3 Juan 1:4

La Palabra (versión española)

Mi mayor alegría es oír que mis hijos caminan a la luz de la verdad.

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18 Referencias Cruzadas  

y el Señor cumplirá la promesa que me hizo: «si tus hijos cuidan su conducta y actúan sinceramente ante mí, con todo su corazón y todo su ser, no te faltarán descendientes en el trono de Israel».

Salomón respondió: —Tú trataste a tu siervo, mi padre David, con especial favor, pues él actuó siempre ante ti con fidelidad, justicia y rectitud de corazón; además, le has mantenido ese especial favor dándole un hijo que hoy se sienta en su trono.

—¡Ay, Señor!, recuerda que me he comportado con fidelidad y rectitud en tu presencia, haciendo lo que te agrada. Y rompió a llorar a lágrima viva.

Rebosa de gozo el padre del justo, quien tiene un hijo sabio se alegra.

con estas palabras: —¡Ay, Señor! Recuerda que me he comportado con fidelidad y rectitud en tu presencia, haciendo lo que te agrada. Y rompió a llorar a lágrima viva.

Yo y los hijos que me dio el Señor seremos signo y presagio en Israel; es cosa del Señor del universo, que habita en el monte Sion.

Ensanchad también vuestro corazón —como a hijos os lo pido— y corresponded a mi amor.

Viendo, pues, que su proceder no se ajustaba a la verdad del evangelio, eché en cara a Pedro delante de todos: «Tú, que eres judío, te has comportado como si no lo fueras adaptándote a los no judíos; ¿cómo quieres ahora obligar a los no judíos a comportarse como judíos?».

Hijos míos, estoy sufriendo, como si de nuevo os estuviera dando a luz, hasta que Cristo tome forma definitiva en vosotros.

Tratamos a cada uno —¡bien lo sabéis!— como un padre trata a sus hijos:

a Timoteo, verdadero hijo mío en la fe. Que Dios Padre y Cristo Jesús, Señor nuestro, te concedan gracia, misericordia y paz.

a Timoteo, hijo querido. Que Dios Padre y Cristo Jesús, Señor nuestro, te concedan gracia, misericordia y paz.

te hago un ruego en favor de Onésimo, el hijo a quien he engendrado entre cadenas.

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Ahora bien, si alguno peca, tenemos un intercesor ante el Padre: Jesucristo, el justo.

Me he alegrado sobremanera al comprobar que bastantes de tus hijos viven conforme a la verdad según el mandamiento del Padre.




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