2 Samuel 7:16

La Palabra (versión española)

Tu casa y tu reino se mantendrán permanentemente ante mí y tu trono quedará consolidado para siempre».

Referencias Cruzadas

Génesis 49:10

No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que llegue aquel a quien le pertenece y a quien obedecerán los pueblos.

2 Samuel 22:51

Él acrecienta las victorias de su rey y se mantiene fiel a su ungido, a David y a su descendencia para siempre.

2 Samuel 7:13

Él construirá una casa en mi honor y yo consolidaré para siempre su trono real.

2 Samuel 7:17

Natán comunicó a David todas estas palabras y visiones.

1 Reyes 2:4

y el Señor cumplirá la promesa que me hizo: «si tus hijos cuidan su conducta y actúan sinceramente ante mí, con todo su corazón y todo su ser, no te faltarán descendientes en el trono de Israel».

1 Reyes 9:5

reafirmaré para siempre tu reinado sobre Israel, tal como prometí a tu padre David: «No te faltarán descendientes en el trono de Israel».

2 Reyes 19:34

Protegeré esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi servidor.

2 Reyes 8:19

Pero el Señor no quiso destruir a Judá en consideración a su siervo David, al que había prometido mantener siempre una lámpara encendida en su presencia.

2 Crónicas 6:16

Señor, Dios de Israel, mantén también ahora a tu siervo, mi padre David, la promesa que le hiciste: «No te faltará en mi presencia alguien que se siente en el trono de Israel, siempre que tus descendientes mantengan su camino y procedan ante mí como lo has hecho tú».

Job 36:7

no aparta sus ojos de los justos: los pone junto a reyes, en sus tronos, los entroniza y exalta para siempre.

Salmos 45:6

Tu trono, como el de Dios, es eterno, es tu cetro real cetro de rectitud.

Salmos 72:5

Que dure tanto como el sol, tanto como la luna, generación tras generación.

Salmos 89:4

«Afianzaré tu linaje eternamente, mantendré tu trono por generaciones». [Pausa]

Isaías 9:6

Para aumentar el señorío con una paz sin fronteras sobre el trono de David; lo asentará en todo su territorio con seguridad y firmeza, con justicia y con derecho, desde ahora y para siempre. El celo del Señor del universo piensa ejecutar todo esto.

Isaías 9:7

El Señor ha mandado un aviso a Jacob, que caerá sobre Israel.

Jeremías 17:25

entonces entrarán por las puertas de esta ciudad los reyes que se sientan en el trono de David, montados en carruajes y en caballos, junto con sus ministros, con gente de Judá y con habitantes de Jerusalén; y esta ciudad estará siempre habitada.

Jeremías 33:17

Pues así dice el Señor: No le faltará a David quien se siente en el trono de Israel.

Ezequiel 37:25

Se instalarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, donde estuvieron instalados vuestros antepasados; en ella vivirán siempre ellos, sus hijos y sus nietos, y mi siervo David será su príncipe para siempre.

Daniel 2:44

En tiempo de estos reyes, el Dios del cielo hará que surja un reino que nunca será destruido. No cederá su poder a otros pueblos, antes bien hará trizas y aniquilará a los otros reinos; y él subsistirá para siempre.

Daniel 7:14

y le fueron concedidos poder, honor y reino. Le rindieron homenaje gentes de todos los pueblos, naciones y lenguas. Su poder es eterno, nunca sucumbirá; su reino no será destruido.

Mateo 16:18

Por eso te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a edificar mi Iglesia, y el poder del abismo no la vencerá.

Juan 12:34

La gente replicó: —Nuestra ley nos enseña que el Mesías no morirá nunca. ¿Cómo dices tú que el Hijo del hombre tiene que ser elevado sobre la tierra? ¿Quién es ese Hijo del hombre?

Hebreos 1:8

del Hijo, en cambio, dice: Tu trono, oh Dios, permanece para siempre y gobiernas tu reino con rectitud.

Apocalipsis 11:15

El séptimo ángel tocó la trompeta, y se oyeron en el cielo voces poderosas que proclamaban: —A nuestro Señor y a su Cristo pertenece el dominio del mundo, y lo ejercerá por siempre y para siempre.

1 Samuel 25:28

Te ruego disculpes la falta de esta sierva tuya, porque el Señor va a construirte una casa estable, pues mi señor combate las guerras del Señor y ninguna desgracia te alcanzará en toda tu vida.