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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 7:12

La Palabra (versión española)

Cuando tu vida se acabe y descanses con tus antepasados, mantendré a tu descendencia, a un vástago salido de tus entrañas, y consolidaré su reino.

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36 Referencias Cruzadas  

Pero el Señor le respondió: —¡No! Ese hombre no será tu heredero; el heredero será tu propio hijo.

Él acrecienta las victorias de su rey y se mantiene fiel a su ungido, a David y a su descendencia para siempre.

Pues, cuando el rey, mi señor, vaya a reunirse con sus padres, yo y mi hijo Salomón quedaremos como culpables.

y ha dicho: «¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha permitido hoy que alguien se siente en mi trono y que yo lo pueda ver!».

Sintiéndose próximo a la muerte, David dio a su hijo Salomón estas instrucciones:

David murió y fue enterrado en la ciudad de David.

y el Señor cumplirá la promesa que me hizo: «si tus hijos cuidan su conducta y actúan sinceramente ante mí, con todo su corazón y todo su ser, no te faltarán descendientes en el trono de Israel».

Mientras vivió Salomón, Judá e Israel, desde Dan hasta Berseba, vivieron tranquilos, cada cual a la sombra de su parra y su higuera.

diciendo: —Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que habló a mi padre David, y con su poder ha realizado lo que prometió:

Pero no serás tú quien construya el Templo, sino un hijo tuyo, salido de tus entrañas; él será quien construya el Templo en mi honor».

El Señor ha cumplido la promesa que hizo: yo he sucedido a mi padre, David, en el trono de Israel, como había prometido el Señor y he construido el Templo en honor del Señor, Dios de Israel.

reafirmaré para siempre tu reinado sobre Israel, tal como prometí a tu padre David: «No te faltarán descendientes en el trono de Israel».

Pero el Señor no quiso destruir a Judá en consideración a su siervo David, al que había prometido mantener siempre una lámpara encendida en su presencia.

Y cuando tu vida se acabe para irte con tus antepasados, mantendré después de ti a tu descendencia, a uno de tus hijos, y consolidaré su reino.

Ahora, Dios, el Señor, cumple la promesa que hiciste a mi padre David, pues me has hecho rey de un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra.

¿Acaso no sabéis que el Señor, Dios de Israel, ha concedido a David y a sus hijos la realeza perpetua sobre Israel mediante alianza inviolable?

Pero el Señor no quiso destruir a la dinastía de David en consideración a la alianza que había sellado con David y a la lámpara que había prometido mantener por siempre a él y a sus hijos.

Luego toda la asamblea selló un pacto con el rey en el Templo de Dios, y Joyadá les dijo: —Os presento al príncipe que debe reinar, tal como el Señor prometió a los descendientes de David.

Tú has mantenido cuanto dijiste a tu siervo, mi padre David, y has cumplido hoy con obras lo que prometiste de palabra.

Pero no serás tú quien construya el Templo, sino un hijo tuyo, salido de tus entrañas; él será quien construya el Templo en mi honor».

Mantendré eternamente su linaje y su trono mientras el cielo exista.

Aquel día la raíz de Jesé será el estandarte de los pueblos, a ella acudirán las naciones y será esplendorosa su morada.

El Señor ha mandado un aviso a Jacob, que caerá sobre Israel.

Pues así dice el Señor: No le faltará a David quien se siente en el trono de Israel.

Despertarán muchos que duermen en el polvo de la tierra: unos a una vida eterna, otros a la vergüenza y al desprecio eternos.

Esta es la lista de los antepasados de Jesucristo, descendiente de David y de Abrahán:

Un hijo que será grande, será Hijo del Altísimo. Dios, el Señor, le entregará el trono de su antepasado David,

Y, empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó cada uno de los pasajes de las Escrituras que se referían a él mismo.

Por lo que respecta a David, después de haber estado al servicio del plan de Dios durante su vida, falleció, se reunió con sus antepasados y experimentó la corrupción.

Pero como era profeta y sabía que Dios le había prometido solemnemente que un descendiente de su misma sangre había de sucederle en el trono,

Mirad, voy a confiaros un misterio: no todos moriremos, pero todos seremos transformados.

y le dijo el Señor a Moisés: —Pronto irás a reunirte con tus antepasados, y este pueblo me será infiel y dará culto a los dioses de la tierra en la que vais a entrar. Me rechazará y romperá la alianza que hice con él.

Nosotros creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado; pues, igualmente, Dios llevará consigo a quienes han muerto unidos a Jesús.




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