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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 4:8

La Palabra (versión española)

Llevaron la cabeza de Isbóset a David, a Hebrón, y dijeron al rey: —Aquí tienes la cabeza de Isbóset, el hijo de Saúl, tu enemigo que intentó matarte. El Señor ha concedido al rey, mi señor, vengarse hoy de Saúl y de su descendencia.

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18 Referencias Cruzadas  

Ajimás, hijo de Sadoc, dijo: —Voy corriendo a llevarle al rey la buena noticia de que el Señor lo ha librado de sus enemigos.

Entonces llegó el cusita y dijo: —¡Hay buenas noticias para mi señor, el rey! El Señor te ha librado hoy de todos los que se habían rebelado contra ti.

Pero Abner, hijo de Ner y jefe del ejército de Saúl, tomó a Isbóset, hijo de Saúl, se lo llevó a Majanáin

el Dios que me da la revancha y me somete los pueblos,

Mi boca todo el día proclamará tu justicia, pues están avergonzados y humillados los que pretenden dañarme.

y le dijo: —Ponte en camino con el niño y con su madre y regresa con ellos a Israel, porque ya han muerto los que amenazaban la vida del niño.

¡Alégrate, cielo, al contemplarla, y vosotros también, los consagrados a Dios, los apóstoles y los profetas, porque Dios ha vengado en ella vuestra causa!

Y gritaron con voz poderosa: —Señor santo y veraz, ¿cuánto vas a tardar en hacernos justicia y vengar la muerte que nos dieron los que habitan la tierra?

y la arrojó contra David pensando clavarlo en la pared. Pero David la esquivó por dos veces.

Saúl comentó ante su hijo Jonatán y ante todos sus servidores su plan para matar a David. Pero Jonatán, el hijo de Saúl, estimaba mucho a David

Pero Saúl volvió a enviar a los emisarios en busca de David con esta orden: —Traédmelo en la cama para matarlo.

David huyó de Nayot de Ramá y fue a encontrarse con Jonatán para decirle: —¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi delito? ¿En qué he ofendido a tu padre para que atente contra mi vida?

David estaba atemorizado, porque Saúl había salido para matarlo, mientras se encontraba en Jorés, en el desierto de Zif.

Cuando llegó a unos apriscos de ovejas junto al camino, entró en una cueva que había allí a hacer sus necesidades. David y sus hombres estaban al fondo de la cueva.

Cuando alguien quiera perseguirte y atentar contra tu vida, la vida de mi señor quedará a buen recaudo en la bolsa de la vida, al cuidado del Señor tu Dios; mientras que la vida de tus enemigos será arrojada lejos como piedra en la honda.




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