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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 3:1

La Palabra (versión española)

La guerra entre las familias de Saúl y David se prolongó; pero mientras David se hacía cada día más fuerte, la familia de Saúl se iba debilitando.

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26 Referencias Cruzadas  

Pondré enemistad entre tú y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.

Aquel día la lucha fue muy violenta. Abner y los israelitas fueron derrotados por la gente de David.

Inmediatamente Joab tocó el cuerno y toda la gente se detuvo, dejaron de perseguir a los israelitas y cesó el combate.

Tú me libras de las disputas de mi pueblo, me pones al frente de las naciones, me sirven pueblos que no conozco.

Mientras duró la guerra entre las familias de Saúl y de David, Abner fue afianzando su posición entre la familia de Saúl.

David iba haciéndose cada día más poderoso, pues el Señor, Dios del Universo estaba con él.

Roboán y Jeroboán estuvieron siempre en guerra.

Asá y Basá, el rey de Israel, estuvieron permanentemente en guerra.

Asá y Basá, rey de Israel, estuvieron permanentemente en guerra.

David iba haciéndose cada día más poderoso, pues el Señor del universo estaba con él.

Lista de los hijos de David nacidos en Hebrón: el primogénito, Amnón, de Ajinoán, la jezraelita; el segundo Daniel, de Abigail, la carmelita;

Amán contó a Zeres, su mujer, y a todos sus amigos lo que había sucedido. Zeres y sus consejeros le dijeron: —Si ese Mardoqueo, ante el cual estás empezando a caer, es de raza judía, no podrás vencerlo. Sin duda que acabarás fracasando.

pues este era ya un personaje importante en el palacio real, su fama se extendía por todas las provincias y cada día era más poderoso.

Pero el justo se mantiene en su camino, el de manos limpias redobla su energía.

Tu pasado será insignificante comparado con tu glorioso futuro.

Tú me libras de las disputas del pueblo, me pones al frente de las naciones, me sirven pueblos que no conozco.

Hasta sus confines detiene las guerras, rompe el arco, quiebra la lanza, destruye en el fuego los carruajes.

Cada vez caminan con más brío, se presentan ante Dios en Sion.

Porque las desordenadas apetencias humanas están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de tales apetencias. El antagonismo es tan irreductible, que os impide hacer lo que desearíais.

Porque no estamos luchando contra enemigos de carne y hueso, sino contra las potencias invisibles que dominan en este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal habitantes de un mundo supraterreno.

—¡Ven! Al mirar, vi un caballo blanco, cuyo jinete iba armado de un arco. Le dieron una corona, y salió como seguro vencedor.




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