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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 24:17

La Palabra (versión española)

Cuando David vio al ángel exterminando a la población, dijo al Señor: —¡Soy yo el que he pecado, yo soy el culpable! ¿Qué ha hecho este rebaño? ¡Descarga tu mano contra mí y contra mi familia!

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23 Referencias Cruzadas  

Entonces Abrahán se acercó al Señor y le dijo: —¿De modo que vas a hacer que perezcan juntos el inocente y el culpable?

Por eso, ruego a mi señor permita que yo me quede como esclavo en lugar del muchacho, y que este regrese con sus hermanos.

David dijo a Natán: —¡He pecado contra el Señor! Natán le respondió: —El Señor ha perdonado tu pecado. No morirás.

Después de haber hecho el censo de la población, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor: —He cometido un grave delito haciendo esto. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, pues he sido muy insensato.

Ahora, pues, dile a mi siervo David: «Esto dice el Señor del universo: Yo te saqué de los pastos y de cuidar rebaños para ser el jefe de mi pueblo, Israel;

Entonces Miqueas dijo: —He visto a todo Israel disperso por los montes como un rebaño sin pastor y el Señor decía: No tienen dueño; que vuelvan en paz a sus casas.

por eso, me retracto y me arrepiento, tumbado en el polvo y la ceniza.

Si he pecado, ¿en qué te afecta, vigía de los humanos? ¿Por qué me conviertes en tu blanco y me has considerado tu carga?

Pero yo reconocí mi pecado, no te oculté mi culpa; me dije: «Confesaré mi culpa ante el Señor». Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. [Pausa]

Nos entregas como oveja al matadero, nos has dispersado entre las naciones.

¿Por qué, Dios, nos has abandonado para siempre y tu ira se ha encendido contra tu rebaño?

lo sacó de detrás de las corderas para pastorear a Jacob, su pueblo, y a Israel su heredad.

El faraón mandó llamar urgentemente a Moisés y Aarón para decirles: —Reconozco que he pecado contra el Señor, vuestro Dios, y contra vosotros.

Me dije entonces: «¡Ay de mí, estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros, yo, que habito entre gente de labios impuros, y he visto con mis propios ojos al Rey, Señor del universo».

Él les contestó: —Tiradme al mar, y el mar se calmará porque yo sé que esta violenta tempestad os ha sobrevenido por culpa mía.

¡Dirígete, espada, contra mi pastor, haz frente a mi ayudante! —oráculo del Señor del universo—. Hiere al pastor y se dispersará el rebaño; incluso a los más pequeños golpearé.

Pero ellos se postraron sobre sus rostros y dijeron: —Oh Dios, origen de toda vida, si ha sido uno solo el que pecó, ¿te enojarás contra toda la comunidad?




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