Gad fue a ver a David y le dijo: —¿Qué prefieres: siete años de hambre en tu territorio, tres meses de huida perseguido por tu adversario, o tres días de peste en tu territorio? Piénsatelo y decide qué debo responder a quien me ha enviado.
Joab, el hijo de Seruyá, comenzó a hacer el censo, pero no lo concluyó, pues por su causa se desencadenó la cólera del Señor sobre Israel. Por eso, sus resultados no se registraron en los anales del rey David.
pues estoy contigo para salvarte —oráculo del Señor—. Acabaré con todas las naciones por donde os había dispersado; pero contigo no acabaré, solo te corregiré como conviene para que no quede impune tu pecado.
Pero antes, ellos tendrán que abandonar la tierra que, estando deshabitada, podrá resarcirse de sus años sabáticos mientras ellos padecen el castigo por sus maldades, pues despreciaron mis decretos y detestaron mis estatutos.