—Tú sabes que mi padre David no pudo construir un Templo en honor del Señor, su Dios, a causa de las guerras en que se vio envuelto, hasta que el Señor, su Dios, sometió totalmente a sus enemigos.
Una vez fuera, se los presentaron a Josué que convocó a todos los israelitas y dijo a los capitanes de tropa que lo acompañaban: —Acercaos y poned vuestros pies sobre la nuca de esos reyes. Ellos se acercaron y pusieron los pies sobre las nucas de los reyes.