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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 21:16

La Palabra (versión española)

Y un tal Jesbi Benob, de la raza de los gigantes, con una lanza de bronce que pesaba unos treinta y cinco kilos y una espada nueva, dijo que iba a matar a David.

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20 Referencias Cruzadas  

Al año siguiente, el décimo cuarto, vinieron Codorlaomer y sus reyes aliados y derrotaron a los refaítas en Astarot Carnáin, a los zuzíes en Ham, a los emitas en la llanura de Quiriatáin

En aquellos tiempos —cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los seres humanos y tuvieron descendencia con ellas—, e incluso después, habitaban la tierra gigantes. Ellos fueron los famosos héroes de los tiempos antiguos.

Después de esto, hubo otra batalla contra los filisteos en Gob, y el jusita Sibcay derrotó a Saf, de la raza de los gigantes.

Hubo otra batalla en Gat. Un hombre muy alto con seis dedos en cada mano y en cada pie, veinticuatro en total, que también era de la raza de los gigantes,

Estos cuatro eran de la raza de los gigantes de Gat y cayeron a manos de David y sus hombres.

Los filisteos llegaron y ocuparon el valle de Refaín.

Remontaron el Négueb y llegaron hasta Hebrón, donde vivían Ajimán, Sesay y Talmay, del clan de los anaquitas. (Hebrón había sido fundada siete años antes que lo fuera Soán en Egipto).

Sin embargo, el pueblo que habita esa tierra es fuerte, y sus ciudades son grandes y fortificadas; además hemos visto allí a descendientes de Anac.

¡Adónde vamos a ir! Nuestros hermanos nos han metido el miedo en el cuerpo al decirnos que la gente de allí es más fuerte y más alta que nosotros, que las ciudades son enormes y están provistas de murallas que tocan el cielo. ¡Para colmo, nos dicen que vieron anaquitas por allí!

(En la antigüedad vivió allí un pueblo fuerte y numeroso; el de los emitas. Ellos eran tan altos como los anaquitas.

Tanto a ellos como a los anaquitas se los tenía por refaítas, si bien los moabitas los llamaban emitas.

Era un pueblo fuerte y numeroso, altos como los anaquitas; pero el Señor los aniquiló por medio de los amonitas que, apoderándose de su territorio, se instalaron en él.

En cuanto a Og, rey de Basán, era el último superviviente de la raza de los gigantes, como puede apreciarse por su sarcófago de basalto, que se encuentra todavía en Rabat de los amonitas y que mide cuatro metros y medio de largo por dos de ancho.

sus habitantes son fuertes y de gran estatura, como los descendientes de los anaquitas, a los cuales ya conoces y de los que has oído decir: «¿Quién es capaz de hacer frente a los anaquitas?».

No quedó un anaquita en tierra de Israel; solo quedaron en Gaza, Gad y Asdod.

Caleb expulsó de allí a los tres hijos de Anac: Sesay, Ajimán y Talmay, descendientes de Anac.

El asta de su lanza era como un madero de telar y su punta de hierro pesaba seiscientos siclos. Delante de él iba su escudero.




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