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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 21:10

La Palabra (versión española)

Rispá, la hija de Ayá, cogió un saco, lo extendió sobre una roca y estuvo allí desde el comienzo de la siega hasta que empezaron a caer las lluvias del cielo, sin dejar que se posasen sobre los cadáveres las aves del cielo por el día, ni los animales del campo por la noche.

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19 Referencias Cruzadas  

De aquí a tres días, el faraón revisará tu caso y te hará colgar de una horca, y las aves picotearán la carne de tu cuerpo.

Cuando informaron a David de lo que había hecho Rispá, hija de Ayá, la concubina de Saúl,

Saúl había tenido una concubina, llamada Rispá, hija de Ayá. E Isbóset preguntó a Abner: —¿Por qué te has acostado con la concubina de mi padre?

Cuando Ajab escuchó esas palabras, se rasgó las vestiduras, se vistió de saco y ayunó; se acostaba con el saco y se mostraba afligido.

¿Hay entre los paganos dioses de la lluvia, o es el cielo el que descarga los chubascos? ¿No eres tú, Señor, Dios nuestro, en quien ponemos nuestra esperanza? ¡Sí, tú eres quien hace todo eso!

Caerás en los montes de Israel junto con tus tropas y los pueblos aliados; te entregaré como alimento a toda clase de aves carroñeras y a las bestias del campo.

Esforcémonos en conocer al Señor; segura como la aurora es su venida: vendrá a nosotros como la lluvia, como lluvia de primavera que empapa la tierra».

¡Cómo muge el ganado! Deambula vacilante la vacada porque no encuentra pastos; también las ovejas desfallecen.

También vosotros, habitantes de Sion, regocijaos y alegraos en el Señor, vuestro Dios, pues os ha dado la lluvia oportuna en otoño y derramará sobre vosotros como antaño las lluvias de otoño y primavera.

Pedid al Señor que llueva en primavera, pues él es quien envía los temporales y hace llover en abundancia, brotando así hierba en el campo para todos.

yo haré llegar la lluvia a vuestra tierra cuando sea necesaria, en el otoño y en la primavera, para que puedas cosechar tu trigo, tu mosto y tu aceite;

se deshaga de su ropa de cautiva y se aposente en tu casa. Después de que haya llorado a su padre y a su madre durante un mes entero, podrás unirte a ella; serás su marido y ella será tu mujer.

Si alguien, por ser culpable de un delito, es condenado a muerte y lo ejecutan colgándolo de un árbol,

su cuerpo no deberá dejarse allí toda la noche, sino que tendrá que ser enterrado el mismo día, porque el que muere colgado de un árbol es maldito de Dios, y tú no debes convertir en impura la tierra que el Señor, tu Dios, te da en heredad.

Luego le dijo: —Ven aquí, que voy a echar tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo.

Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos, te mataré y te arrancaré la cabeza. Y hoy mismo echaré tu cadáver y los cadáveres del campamento filisteo a las aves del cielo y a las fieras del campo. Así sabrá todo el mundo que Israel tiene un Dios.




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