Joab y Abisay se lanzaron en persecución de Abner y al ponerse el sol llegaron a Amá, frente a Guiaj, en el camino del desierto de Gabaón.
Pero Asael no quiso apartarse y entonces Abner le clavó en el vientre la empuñadura de su lanza y le salió por la espalda. Y allí mismo cayó muerto. Todos los que llegaban al lugar donde Asael había caído muerto se detenían.
Los benjaminitas se reagruparon tras Abner y se detuvieron, cerrando filas, en lo alto de la colina.
Después de esto, David derrotó a los filisteos, los sometió y les arrebató Gat y sus dominios.