Abner miró hacia atrás y preguntó: —¿Eres Asael? Él contestó: —Sí.
y se lanzó en persecución de Abner sin desviarse lo más mínimo de su objetivo.
Abner le dijo: —Desvíate a cualquier lado, agarra a alguno de los muchachos y quédate con sus despojos. Pero Asael no quiso dejar de perseguirlo.