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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 19:19

La Palabra (versión española)

y cruzaron el vado para ayudar a pasar a la familia del rey y ponerse a su disposición. Simeí, el hijo de Guerá, se postró ante el rey, cuando iba a cruzar el Jordán,

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17 Referencias Cruzadas  

Su hermano Absalón le preguntó: —¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Pues entonces cállate, que es tu hermano, y no te preocupes por este asunto. Entonces Tamar, desolada, se quedó en casa de su hermano Absalón.

No se preocupe, pues, mi señor, el rey, pensando que han muerto todos sus hijos, porque solo ha muerto Amnón.

Iba acompañado por mil hombres de Benjamín. También llegó Sibá, el criado de la familia de Saúl, con sus quince hijos y veinte siervos. Ambos llegaron al Jordán antes que el rey

Dichoso aquel a quien el Señor no le imputa culpa alguna, ni en su espíritu alberga engaño.

No esgrimas contra nosotros los pecados de antaño; que nos llegue pronto tu misericordia porque estamos exhaustos.

Si el jefe se enfurece contra ti, no abandones tu puesto, porque la mesura evita errores graves.

Yo, soy yo quien borra tus crímenes y decido no acordarme de tus pecados.

Nadie enseñará a nadie diciendo: «Conoced al Señor», porque todos me conocerán, del más pequeño al más grande —oráculo del Señor—; perdonaré sus culpas y ya no me acordaré de sus pecados.

Y dijo Aarón a Moisés: —¡Ah! señor mío, no nos tengas en cuenta este pecado que neciamente hemos cometido.

diciendo: —¡He pecado entregando a un inocente! Ellos le contestaron: —Eso es asunto tuyo y no nuestro.

Porque sin tomar en cuenta los pecados de la humanidad, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo por medio de Cristo y a nosotros nos ha confiado ese mensaje de reconciliación.

Y tampoco aquella fue la primera vez que consulté a Dios por él. ¡Lejos de mí ofender al rey! Por tanto, que el rey no acuse a su siervo ni a toda su familia, porque tu siervo no sabía absolutamente nada de todo este asunto.

Que mi señor no tome en serio a ese insolente de mi marido, Nabal, porque hace honor a su nombre: se llama Imbécil y la imbecilidad lo define. Pero esta sierva tuya no vio a los muchachos que mi señor envió.

Saúl le dijo: —He pecado. Regresa, David, hijo mío, que no volveré a hacerte daño, pues hoy has respetado mi vida. He sido un insensato y me he equivocado del todo.




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