Entonces llegó el cusita y dijo: —¡Hay buenas noticias para mi señor, el rey! El Señor te ha librado hoy de todos los que se habían rebelado contra ti.
Ajimás se acercó y saludó al rey: —¡Salud! Luego hizo una reverencia al rey inclinando su rostro y añadió: —¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que ha entregado en tu poder a la gente que se había rebelado contra el rey, mi señor!