Pero Joab le dijo: —Tú no eres el más indicado para llevar hoy la noticia; otro día será. Hoy no darías buenas noticias, porque ha muerto el hijo del rey.
Pero Ajimás, el hijo de Sadoc, volvió a insistirle a Joab: —A pesar de todo, déjame que vaya corriendo también yo tras el cusita. Y Joab le dijo: —¿Por qué te empeñas en correr también tú, hijo mío, si no obtendrás ninguna recompensa?
Entonces llegó el cusita y dijo: —¡Hay buenas noticias para mi señor, el rey! El Señor te ha librado hoy de todos los que se habían rebelado contra ti.