Pero si le dices a Absalón: «Majestad, soy tu servidor. He sido servidor de tu padre y a partir de ahora, seré tu servidor», me ayudarás a hacer fracasar los consejos de Ajitófel.
Acabas de llegar ayer mismo y no voy a permitir que andes errante con nosotros, cuando ni yo mismo sé adónde voy. Vuélvete, pues, y llévate contigo a tus paisanos. Y que el Señor sea misericordioso y fiel contigo.
Harás con Ay y con su rey lo que has hecho con Jericó y con su rey. Pero podéis quedaros con el botín y el ganado. Pon una emboscada por detrás de la ciudad.