Mientras tanto, Absalón había huido. El centinela levantó la vista y vio un gran grupo de gente que venía por el camino de Joronáin, por la ladera del monte.
David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela subió al observatorio de la puerta, sobre la muralla, alzó la vista y vio venir a un hombre solo.
Os pasará como a quien huye de un león y se topa de pronto con un oso; o como al que entra en su casa, apoya la mano en la pared y lo muerde una serpiente.