¿Por qué has despreciado la palabra del Señor, haciendo lo que le desagrada? Has asesinado a Urías, el hitita, por medio de la espada amonita, y te has apoderado de su mujer.
Le dirás lo siguiente: «Así te dice el Señor: ¡Has asesinado para robar!». Y añadirás: «Pues el Señor te anuncia que en el mismo sitio donde los perros lamieron la sangre de Nabot, lamerán también la tuya».
Quemó a sus hijos en sacrificio en el valle de Ben Hinón, practicó el espiritismo, la brujería y la hechicería, instituyó nigromantes y adivinos y ofendió tanto al Señor, que provocó su indignación.
Por eso, como lame el fuego la paja y la llama consume la rastrojera, así su raíz acabará podrida, su flor volará como el tamo; pues rechazaron la ley del Señor del universo, despreciaron la palabra del Santo de Israel.
Esto es lo que dice el Señor: Son tantos los delitos de Judá que no los dejaré sin castigo. Por haber rechazado la ley del Señor y no haber cumplido sus mandamientos, por haberse dejado extraviar por ídolos a quienes ya sus antepasados adoraron,
En cambio, la rebeldía es como el pecado de espiritismo, y la arrogancia, como el delito de idolatría. Puesto que has rechazado la palabra del Señor, él te rechaza como rey.