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Referencias Cruzadas

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2 Pedro 3:4

La Palabra (versión española)

«¿Qué hay de la promesa de su gloriosa venida? Porque ya han muerto nuestros mayores y todo sigue como al principio de la creación».

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20 Referencias Cruzadas  

Entonces Lot salió a avisar a sus futuros yernos, los que se habían de casar con sus hijas, y les dijo: —¡Salid de esta ciudad sin perder tiempo, porque el Señor va a destruirla! Pero los yernos pensaron que Lot lo decía en broma.

Lo que fue, sucederá; lo que se hizo, se hará: nada es nuevo bajo el sol.

que no se ejecute inmediatamente la sentencia contra las malas acciones, y en consecuencia los humanos están deseando hacer el mal;

Fíjate en ellos, cómo me dicen: «¿Dónde está la palabra del Señor? ¡A ver si se cumple!».

Dicen: «¿No está ya cerca el tiempo de construir casas? La ciudad es la olla y nosotros la carne».

Vosotros habéis hastiado al Señor con vuestras palabras, y aún preguntáis: «¿En qué forma lo hemos hastiado?». Lo habéis hecho al afirmar que quien obra mal agrada y complace al Señor, y también al preguntar: «¿Dónde está el Dios que hace justicia?».

El Hijo del hombre ya está a punto de venir revestido de la gloria de su Padre y acompañado de sus ángeles. Cuando llegue, recompensará a cada uno conforme a sus hechos.

Os aseguro que algunos de los que están aquí no morirán sin antes haber visto al Hijo del hombre llegar como Rey.

¡Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres!

Pero si otro criado es malo y piensa en su interior: «Mi señor se retrasa»

pero Dios, cuando creó al género humano, los hizo hombre y mujer.

porque aquellos días serán de un sufrimiento tal como no lo ha habido desde que el mundo existe, cuando Dios lo creó, hasta ahora, ni volverá a haberlo jamás.

Pero si ese criado piensa para sí: «Mi señor se retrasa en llegar», y comienza a maltratar a los demás criados y criadas y a comer y beber hasta emborracharse,

Luego dobló las rodillas y clamó en alta voz: —¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Y, sin decir más, expiró.

Y es que ¿quién, sino vosotros, será nuestra esperanza, nuestra alegría y nuestra corona de gloria ante Jesús nuestro Señor, el día de su manifestación?

mientras esperáis y aceleráis la venida del día de Dios! Ese día, en que los cielos arderán y se desintegrarán y en que los elementos del mundo se derretirán consumidos por el fuego.

Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el que está en el origen de la obra creadora de Dios:




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