Pero como Lot titubeaba, los mensajeros los agarraron de la mano, a él, a su mujer y a sus dos hijas, y los sacaron fuera de la ciudad, porque el Señor tuvo compasión de ellos.
Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, arrasando las ciudades donde había vivido Lot, se acordó de Abrahán y libró a Lot de la catástrofe.
A los profetas: Tengo roto en mi pecho el corazón, se estremecen todos mis huesos; me siento igual que un borracho, como un hombre cargado de vino; y todo a causa del Señor, a causa de sus santas palabras.
Hasta ahora, ninguna prueba os ha sobrevenido que no pueda considerarse humanamente soportable. Dios es fiel y no permitirá que seáis puestos a prueba más allá de vuestras fuerzas; al contrario, junto con la prueba os proporcionará también la manera de superarla con éxito.
pues son declamadores ampulosos y vacíos que seducen con la promesa de placeres carnales desenfrenados a quienes acaban de escapar de las garras del error.
Y es que entre vosotros se han infiltrado solapadamente algunos individuos cuya condenación está anunciada en las Escrituras desde hace mucho tiempo; son gente impía que confunde la gracia de Dios con el libertinaje y que reniega de Jesucristo, nuestro único Dueño y Señor.