2 Juan 1:8

La Palabra (versión española)

Estad, pues, alerta para que no echéis a perder el fruto de vuestro esfuerzo y recibáis completa vuestra paga.

Referencias Cruzadas

Daniel 12:3

Los sabios brillarán como el resplandor del cielo, y los que convirtieron a otros a la justicia lucirán como las estrellas para siempre.

Mateo 24:4

Jesús les contestó: —Tened cuidado de que nadie os engañe.

Marcos 13:23

¡Tened cuidado! Os lo advierto todo de antemano.

Marcos 13:9

Mirad por vosotros mismos. Os entregarán a las autoridades y os golpearán en las sinagogas. Por causa de mí os llevarán ante gobernadores y reyes para que deis testimonio delante de ellos.

Lucas 19:19

También a este le contestó el rey: «Igualmente a ti te encomiendo el gobierno de cinco ciudades».

Lucas 21:8

Jesús contestó: —Tened cuidado, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: «Yo soy» o «El momento ha llegado». No les hagáis caso.

Juan 4:36

El que trabaja en la recolección recibe su salario y recoge el fruto con destino a la vida eterna; de esta suerte, se alegran juntos el que siembra y el que hace la recolección.

1 Corintios 15:8

Finalmente, como si se tratara de un hijo nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí,

1 Corintios 3:14

Aquel cuyo edificio, levantado sobre el cimiento, se mantenga firme, será premiado;

1 Corintios 3:8

Y entre el oficio de plantar o el de regar no hay diferencia, si bien cada uno recibirá el salario en proporción a su trabajo.

Gálatas 3:4

¡No puedo creer que tan magníficas experiencias hayan sido baldías!

Gálatas 4:11

Mucho me temo que mis sudores entre vosotros hayan sido baldíos.

Filipenses 3:16

De todos modos, sigamos adelante por el camino recorrido.

Hebreos 10:32

Recordad aquellos días, cuando apenas acababais de recibir la luz de la fe y tuvisteis ya que sostener un encarnizado y doloroso combate.

Hebreos 10:35

No perdáis, pues, el ánimo. El premio que os espera es grande.

Hebreos 12:15

Manteneos vigilantes para que nadie quede privado de la gracia de Dios; para que ninguna planta dañina, capaz de perturbar y emponzoñar a toda una multitud, crezca entre vosotros;

Apocalipsis 3:11

Estoy a punto de llegar. Conserva, pues, lo que tienes, para que nadie te arrebate la corona.