Así lo dice la Escritura: Repartió con largueza a los necesitados, su generosidad permanece para siempre.
Reparte, da a los pobres, su justicia permanece para siempre y alza su frente con honor.
Riqueza y bienes habrá en su casa, su justicia permanecerá por siempre.
El que busca justicia y bondad encontrará vida y fama.
los consumirá la polilla como ropa, los comerán los gusanos como lana; pero mi victoria es para siempre, mi salvación no se agotará.
Me acompañan riquezas y honores, fortuna duradera y justicia.
Tres cosas hay que ahora permanecen: la fe, la esperanza, el amor. De todas ellas, la más grande es el amor.
El que proporciona semilla al sembrador y pan para que coma, os proporcionará también y hará que se multiplique vuestra simiente y que crezca el fruto de vuestra generosidad.