Si obraras rectamente llevarías la cabeza bien alta; pero como actúas mal el pecado está agazapado a tu puerta, acechándote. Sin embargo, tú puedes dominarlo.
los traeré a mi monte santo, tomarán parte en las fiestas celebradas en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán bien recibidos en mi altar, pues mi Templo es casa de oración, así lo llamarán todos los pueblos.
Deberíais preocuparos no tanto por el alimento transitorio, cuanto por el duradero, el que da vida eterna. Este es el alimento que os dará el Hijo del hombre, a quien Dios Padre ha acreditado con su sello.
Por tanto, hermanos míos muy queridos, manteneos firmes y constantes; destacad constantemente en la tarea cristiana, seguros de que el Señor no permitirá que sea estéril vuestro afán.
Vuestro estilo de vida será así totalmente digno y agradable al Señor, daréis fruto en toda suerte de obras buenas y creceréis en el conocimiento de Dios.
Por lo demás, hermanos, os pedimos y exhortamos a que, lo mismo que aprendisteis de nosotros a comportaros como conviene, agradando a Dios, así sigáis comportándoos para que progreséis lo más posible.
En efecto, si nos fatigamos y luchamos, es porque hemos puesto la esperanza en el Dios viviente, que es salvador de todos, especialmente de los creyentes.
Y puesto que somos nosotros los que recibimos ese reino inconmovible, seamos agradecidos, tributemos a Dios un culto agradable con reverencia y respeto.