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Referencias Cruzadas

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2 Corintios 4:1

La Palabra (versión española)

Por eso, conscientes de que Dios nos ha confiado, en su misericordia, este servicio, lejos de darnos por vencidos,

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19 Referencias Cruzadas  

Los jóvenes se cansan y se agotan, una y otra vez tropiezan los mozos;

recobran, en cambio, su fuerza, los que esperan en el Señor, alzan su vuelo como las águilas; corren pero no se cansan, andan y no se fatigan.

Tú dices: «¡Ay de mí!, que el Señor añade sufrimiento a mi dolor; estoy cansado de gemir y no encuentro reposo».

Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar en cualquier circunstancia, sin jamás desanimarse. Les dijo:

Pues, ¿qué son Apolo y Pablo? Simples servidores que os condujeron a la fe, valiéndose cada cual del don que Dios le concedió.

En cuanto a las personas solteras, no he recibido ninguna norma del Señor. Os ofrezco, sin embargo, el consejo de quien, por la misericordia de Dios, es digno de crédito.

Con una esperanza así, ¿no vamos a actuar con plena libertad?

Él fue quien nos capacitó para ser ministros de una alianza nueva, basada no en la letra de la ley, sino en la fuerza del Espíritu; y la letra de la ley es causa de muerte, mientras que el Espíritu lo es de vida.

Esta es la razón por la que nunca nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo mortal se va desmoronando, nuestro ser interior va recibiendo día tras día nueva vida.

Todo se lo debemos a Dios, que nos ha reconciliado con él por medio de Cristo y nos ha confiado la tarea de llevar esa reconciliación a los demás.

No nos cansemos de hacer el bien ya que, si no desfallecemos, a su tiempo recogeremos la cosecha.

No os sintáis, pues, acongojados, si me veis sufrir por vosotros; consideradlo, más bien, como motivo de gloria.

Puedo salir airoso de toda suerte de pruebas, porque Cristo me da las fuerzas.

Por vuestra parte, hermanos, no os canséis de hacer el bien.

Y eso que antes fui blasfemo y perseguí a la Iglesia con violencia. Pero como estaba sin fe y no sabía lo que hacía, Dios nuestro Señor tuvo misericordia de mí

Tened, por tanto, en cuenta a quien soportó una oposición tan fuerte de parte de los pecadores. Si lo hacéis así, el desaliento no se apoderará de vosotros.

Los que antes erais «no pueblo», sois ahora pueblo de Dios; los que no erais amados, sois ahora objeto de su amor.

Tienes constancia, has sufrido por mi causa y no has sucumbido al cansancio.




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