2 Corintios 1:8

La Palabra (versión española)

Quiero, hermanos, que tengáis cumplida información de las dificultades por las que he tenido que pasar en la provincia de Asia. Me vi abrumado de tal modo y tan por encima de mis fuerzas, que hasta perdí la esperanza de seguir viviendo.

Referencias Cruzadas

Hechos 16:6

El Espíritu Santo les impidió anunciar el mensaje en la provincia de Asia, por lo cual atravesaron las regiones de Frigia y Galacia.

Hechos 2:9

Entre nosotros hay partos, medos y elamitas; los hay que residen en Mesopotamia, en Judea y Capadocia, en el Ponto, en la provincia de Asia,

Romanos 1:13

No quiero que ignoréis, hermanos, las muchas veces que he intentado visitaros, sin éxito hasta el momento. Abrigaba la ilusión de cosechar también entre vosotros algún fruto, lo mismo que en otras regiones paganas,

1 Corintios 15:32

Y si solo aspiro a una recompensa humana, ¿de qué me sirve haber sostenido en Éfeso un combate contra fieras? Si los muertos no resucitan, ¡comamos y bebamos, que mañana moriremos!

1 Corintios 16:9

porque tengo a la vista una magnífica ocasión de trabajar con éxito, aunque hay muchos empeñados en poner dificultades.

1 Corintios 4:8

¡Conque ya estáis satisfechos, ya sois ricos, ya habéis alcanzado la realeza sin contar con nosotros! ¡Ojalá fuera cierto, para compartir con vosotros esa realeza!

2 Corintios 1:9

Pero si llegué a considerar la sentencia de muerte como algo inevitable, eso me enseñó a no confiar en mí mismo, sino en Dios que resucita a los muertos.

2 Corintios 6:9

Nos tratan como a desconocidos, pese a que somos bien conocidos; nos ponen en trance de muerte, pero seguimos con vida; nos castigan, pero sin que la muerte nos alcance.

1 Samuel 20:3

Pero David siguió insistiendo: —Tu padre sabe muy bien que me aprecias y pensará: «Que Jonatán no se entere, para que no se disguste». Pero, te juro por el Señor y por tu vida, que estoy a un paso de la muerte.

1 Samuel 27:1

David se hizo el siguiente razonamiento: —Cualquier día de estos voy a sucumbir a manos de Saúl. Lo mejor que puedo hacer es huir al país de los filisteos. Así Saúl dejará de perseguirme por todo el territorio de Israel y podré escapar de sus manos.