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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 5:8

La Palabra (versión española)

Entonces convocaron a todos los príncipes filisteos y los consultaron: —¿Qué podemos hacer con el Arca del Dios de Israel? Ellos contestaron: —Que la lleven a Gat. Así pues, trasladaron a Gat el Arca del Dios de Israel.

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11 Referencias Cruzadas  

Zabad y Sutélaj. A Ézer y Elad los mataron los nativos de Gat, porque habían intentado apoderarse de su ganado.

Pasad por Calné y observad; id desde allí a Jamat, la grande, y luego bajad a Gat de los filisteos. ¿Sois vosotros mejores que esos reinos? ¿Es vuestro territorio más extenso?

Aquel día convertiré a Jerusalén en una piedra que ninguna nación podrá levantar; cualquiera que intente levantarla quedará destrozado. Todas las naciones de la tierra se aliarán contra ella.

Desde el río Sijor, en la frontera de Egipto, hasta el término de Ecrón por el norte, es considerado como de los cananeos. Quedan los cinco principados filisteos: el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón. Quedan los avitas,

Luego se dirigía hacia el norte de Ecrón, doblaba hacia Sicarón, pasaba por el monte Baalá y salía a Jabneel. Esta frontera norte terminaba en el mar.

Del campamento filisteo se adelantó un campeón llamado Goliat de más de tres metros de estatura.

Entonces los soldados de Israel y Judá lanzaron el grito de guerra y salieron en persecución de los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón. Y el camino que va desde Saaráin hasta Gat y Ecrón quedó sembrado de cadáveres filisteos.

Entonces Aquís llamó a David y le dijo: —¡Vive el Señor!, que eres un hombre recto y me agrada tu forma de comportarte conmigo en el campamento. Yo no he encontrado nada que reprocharte desde que viniste a mí hasta el presente; pero a los jefes filisteos no les caes bien.

Entonces convocaron de nuevo a todos los príncipes filisteos y les dijeron: —Llevaos el Arca del Dios de Israel y que vuelva a su sitio, para que no nos aniquile a todos. Y es que por toda la ciudad cundía un pánico mortal, pues el Señor la había castigado muy duramente.

Cuando los asdoditas vieron lo que sucedía, dijeron: —El Arca del Dios de Israel no debe quedarse entre nosotros, porque su poder se recrudece contra nosotros y contra nuestro dios Dagón.

Los filisteos hicieron llamar a los sacerdotes y adivinos para consultarles: —¿Qué podemos hacer con el Arca del Señor? Indicadnos cómo debemos enviarla a su lugar.




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