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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 30:8

La Palabra (versión española)

y David consultó al Señor: —¿Puedo perseguir a esa banda? ¿Los alcanzaré? El Señor le respondió: —Persíguela, porque los alcanzarás y liberarás a los prisioneros.

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21 Referencias Cruzadas  

Así Abrán recuperó todo el botín y rescató a Lot, su sobrino, con todas sus pertenencias, a las mujeres y al resto de los cautivos.

Entonces David consultó al Señor: —¿Debo atacar a los filisteos? ¿Me los vas a entregar? El Señor le respondió: —Atácalos, que yo los pondré en tus manos.

David consultó al Señor que le respondió: —No ataques de frente. Primero rodéalos por detrás y luego atácalos por el lado de las moreras.

Invócame en tiempo de angustia, yo te salvaré y tú me darás gloria».

Me llamará y le responderé, estaré con él en la angustia, lo libraré y lo engrandeceré;

Decía el enemigo: «los perseguiré, los alcanzaré, me repartiré sus despojos, y mi codicia saciaré. Desenvainaré mi espada; con mi poder los destruiré».

Se presentará Josué al sacerdote Eleazar, quien consultará por él la decisión del Señor a través de los Urín cuyo dictamen seguirán tanto él como toda la comunidad israelita.

Subieron los israelitas a Betel y consultaron a Dios: —¿Quién de nosotros subirá el primero a combatir contra Benjamín? El Señor respondió: —Judá subirá el primero.

Los israelitas se reunieron en Betel y estuvieron llorando delante del Señor hasta la tarde. Luego consultaron al Señor si debían volver a combatir contra su hermano Benjamín. El Señor les respondió: —Subid contra él.

y Finés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba entonces a su servicio. Preguntaron: —¿He de volver a combatir contra mi hermano Benjamín o debo desistir? El Señor respondió: —Subid, porque mañana lo entregaré en vuestras manos.

Gedeón llegó al Jordán y lo atravesó. Pero tanto él como los trescientos hombres que llevaba consigo estaban agotados por la persecución.

Entonces volvieron a consultar al Señor: —¿Pero está aquí ese hombre? El Señor respondió: —Está escondido entre el equipaje.

Entonces Saúl consultó al Señor: —¿Puedo perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en poder de Israel? Pero aquel día no le respondió.

David consultó al Señor: —¿Puedo ir a atacar a esos filisteos? El Señor le respondió: —Sí, derrota a los filisteos y libera Queilá.

David volvió a consultar al Señor, y el Señor le respondió: —Marcha hacia Queilá, porque voy a poner a los filisteos en tus manos.

Entonces consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por los sueños, ni por las suertes ni por los profetas.

David recuperó todo lo que se habían llevado los amalecitas y rescató a sus dos mujeres.

No les faltó nada, pues David lo recuperó todo: del mayor al más pequeño, los hijos y las hijas, el botín y todo lo que les habían quitado.




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