Tú mismo lo has rodeado de seguridad; lo has protegido, junto con su hogar y sus pertenencias: has bendecido sus trabajos, y sus rebaños llenan el país.
y David consultó al Señor: —¿Puedo perseguir a esa banda? ¿Los alcanzaré? El Señor le respondió: —Persíguela, porque los alcanzarás y liberarás a los prisioneros.