Por eso, yo aconsejo que se reúnan contigo todos los israelitas desde Dan hasta Berseba, tan numerosos como la arena de las playas, y que tú personalmente los lleves al combate.
Acudieron entonces todos los israelitas desde Dan hasta Berseba junto con los del país de Galaad y se reunieron todos de común acuerdo delante del Señor en Mispá.