1 Samuel 3:2

La Palabra (versión española)

Cierto día Elí dormía en su habitación; sus ojos se estaban apagando y no podía ver.

Referencias Cruzadas

Génesis 27:1

Isaac era ya anciano y sus ojos se habían nublado tanto que ya no veía. Entonces llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: —¡Hijo mío! Él respondió: —Aquí estoy.

Génesis 48:10

Israel había perdido vista con la vejez y apenas podía ver. José se los acercó y él los abrazó y los besó.

Génesis 48:19

Pero su padre se resistió y le contestó: —Ya lo sé, hijo, ya lo sé. También él llegará a ser un pueblo que será igualmente grande; pero su hermano menor será aún más importante, y su descendencia dará origen a muchas naciones.

1 Reyes 14:4

La mujer de Jeroboán lo hizo así; se preparó, marchó a Siló y llegó a la casa de Ajías. Aunque Ajías no podía ver, pues estaba casi ciego a causa de la vejez,

Salmos 90:10

Setenta años dura nuestra vida, durará ochenta si se es fuerte; pero es su brío tarea inútil, pues pronto pasa y desaparecemos.

Eclesiastés 12:3

cuando tiemblen los guardianes de la casa y se encorven los valientes; cuando se paren las que muelen, por ser pocas, y queden a oscuras las que miran por las ventanas;

1 Samuel 2:22

Elí era ya muy mayor; cuando se enteró de lo que hacían sus hijos con los israelitas y de cómo se acostaban con las mujeres que prestaban servicio a la entrada de la Tienda del encuentro,

1 Samuel 4:15

Con noventa y ocho años, Elí tenía la mirada fija y no veía nada.