Sin embargo, las palabras y preceptos que encomendé transmitir por medio de mis siervos, los profetas, encontraron acogida en vuestros antepasados que se convirtieron reconociendo que el Señor del universo los había tratado de acuerdo con su proceder y sus acciones.
Pues de la misma manera que habéis visto cumplidas todas las espléndidas promesas que os hizo el Señor vuestro Dios, veréis también cumplidas todas sus amenazas, hasta haceros desaparecer de esta espléndida tierra que el Señor, vuestro Dios, os ha dado.
Y el mensajero respondió: —Israel ha huido ante los filisteos y el ejército ha sufrido una gran derrota. Tus dos hijos, Jofní y Finés, también han muerto y el Arca de Dios ha sido capturada.
Al niño le puso por nombre Icabod, pues decía: «Israel se ha quedado sin gloria», refiriéndose a la captura del Arca de Dios y a las muertes de su suegro y de su marido.