El joven Samuel estaba al servicio del Señor bajo la custodia de Elí. Por aquel entonces los mensajes del Señor eran excepcionales y escaseaban las visiones.
el desastre seguirá al desastre, la alarma sucederá a la alarma. Buscarán en vano el oráculo del profeta, faltará la instrucción del sacerdote, se quedará sin consejo el anciano.
Yo designaré un sacerdote fiel que actúe conforme a mi criterio y mi voluntad. Le proporcionaré una familia estable y vivirá siempre al servicio de mi ungido.
Y cualquier superviviente de tu familia se inclinará ante él para mendigar unas monedas y una hogaza de pan, suplicándole: «Por favor, asígname cualquier tarea sacerdotal para poder comer un trozo de pan».