En sus orillas se apostarán los pescadores, y desde Engadí hasta Egláin la gente tenderá redes. La pesca será como la del mar Grande, y además abundantísima.
Gentes de Zif subieron a Guibeá a informar a Saúl: —David está escondido entre nosotros, en los refugios de Jorés, en la colina de Jaquilá, al sur del desierto.