Así que, majestad, puedes bajar cuando quieras, que nosotros lo entregaremos en poder del rey.
Luego Abner dijo a David: —Ahora me iré a reunir a todo Israel ante el rey, mi señor, para que hagan un pacto contigo y puedas ser rey, como deseas. David despidió a Abner y él se marchó en paz.
El malvado mira y se enfurece, rechina sus dientes y se consume. Los planes del malvado fracasarán.
Se alzan contra mí extranjeros, gente cruel desea mi muerte sin tener presente a Dios. [Pausa]
Los justos desean solo el bien, al malvado le aguarda la ira.
No aceches la casa del justo, ni asaltes su morada;
Muchos buscan el favor del gobernante, pero solo el Señor imparte justicia.
Si un levita se traslada voluntariamente de la ciudad de Israel donde residía, sea la que sea, al lugar escogido por el Señor,
David insistió: —¿Nos entregarán los nobles de Queilá a mí y a mis hombres en poder de Saúl? Y el Señor respondió: —Sí, os entregarán.
Saúl les respondió: —Que Dios os bendiga por haberos compadecido de mí.